A Salònica iba de paso, pensando en salir enseguida para Ouranoupoli. Pero tuve que hacer un hueco en mi mochila y en mis previsiones para que cupiera lo que me regalaba la vida a cambio de las cuatro cosas perdidas y que crei imprescindibles. Porque Salònica es una ciudad muy normal y eso te hace sentirte normal de nuevo, si ademàs tienes a quien te ponga al dia y te ensenie la impresionante marcha nocturna de la ciudad.
Que nadie se pierda las cenas en las tabernasde los barrios con vinarro y unos guisos de muerte. Alli retraté a Juan.
Conoci a Stafanos en Studiohair. El y sus companieros me ayudaron mucho con la desafortunada mochilita.
Ouranopolis es la unica puerta de acceso a
Monte Athos. De alli parten los barcos que te llevan a esa especie de
estado monacal ortodoxo. Eliges el destino entre màs de 20 monasterios. Yo empecé por Simonos Petras que era el màas espectacular. Se bajaron conmigo un fraile y dos contratistas que subieron cuesta arriba mientras me quedaba rezagado admirando, dibujando, lavando mi ropa en una fuente y creo que mis pecados, en ese rincòn limpisimo del Mediterraneo donde el nudismo tiene que ser, a la fuerza, una oraciòn.
Me recibieron en el monasterio con aguardiente, agua y unos dulces de morirse. Calmè su sorpresa por mi extrania hora de llegada, explicando que me quedé dibujando abajo.
Aun me pregunto que hay en un monasterio tan grande. No hay muchos monjes y la vida en estos sitios es rezar desde las 4a.m. Las iglesias intimas, oscuras y cargadas de oro, te hacen sentir de forma especial. Me acordé de Tanizaki en
El Elogio de la Sombra donde dice que el oro da lo mejor de si en la oscuridad.
Solo pude estar una noche. Es dificil quedarse màs. Alli no van turistas. Van peregrinos. Y muy religiosos. Medité mientras rezaban, disfruté de la comida vegetariana y austera, pero sabrosa y ecologica al maximo. Dibujé lo que quise y me fui andando al siguiente. Os lo cuento en el pròximo capitulo.
IMPRESSIVE
ResponderEliminarQué chulo el del hombre de negro. Es como una mezcla de los de rayas y las aguadas.
ResponderEliminarHola Javier.
ResponderEliminarSoy Miguel tu compañero. Madre mía que gran trabajo y que bien te lo tienes que estar pasando. David Díez y otro amigo están estos días por Grecia en un velero... ¡igual te los encuentras!
Aquí acabando.
Leí lo del ordenador, pequeño contratiempo.
Un abrazo
Javier, pero qué interesante es toda esta aventura que nos estás contando con palabras, dibujos y pinturas. Fantástico. Me haces pasar un rato agradable meditando en esos momentos que nos relatas. Te felicito por esta narración al mismo tiempo dibujada.
ResponderEliminarMe ha impactado el dibujo del fraile tomando pasta en Simonopetra.
Felicidades!
Ya pronto nos vemos amigos, aunque siempre me he sentido vuestra compania.
ResponderEliminarMiguel, que bien verte por aqui. Ya no estoy en Grecia, pero quien sabe si los encuentre bogando por ahi, la Baniera es imprevisible. Nos vemos en la Escuela. Un abrazo!
Javier! Es que no hay palabras!
ResponderEliminarTodo este trabajo que estás haciendo... es IMPRESIONANTE!
Podría escribir tantos elogios... estás en el Olimpo de los grandes
dibujantes de todos los tiempos.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
No quiero que acabes tu Odisea, es un aliciente el seguir y aprender de cada dibujo y de cada entrada. Aunque tengo muchas ganas de verte y de disfrutar de tu dibujo en vivo y en directo. En este caso... me quedo pillada con el fraile...¡UUUFFF!
ResponderEliminarQué enganchada a este viaje me tienes Javier! El apunte dl fraile es realmente genial... bueno, todos lo son... pero me gusta especialmente. Me atrapa...
ResponderEliminarGracias amigas y amigo Eduardo! Espero ya veros pronto en uno u otro sitio de esas tierras, tan queridas en todos los lugares por los que he pasado (Con lo que nosotros renegamos!!)
ResponderEliminarBalé! Una bella viagem!! e plus bellos desenos! :-)
ResponderEliminarMaria Lopes