Siguiendo el Ebro: Zaragoza y Deltebre

Nocturno en El Pilar

Helena, Carmen y Rut en casa de Helena

Río Huerva, afluente del Ebro y de jotas cañeras, a su paso por Zaragoza

El Pilar y El Ebro tras un artefato de baja y sube

Los Monegros desde el bus

  

Equipaje complementario

Gúmer

Estela del barco de Gúmer. Volvemos de la desembocadura, sin que nos falte brisa

Ebro por Deltebre

Materiales para la pesca de angulas. La anguila en salsa, la preparan muy bien

Gúmer me dice que trajeron eucaliptos par secar la tierra. Se ponen como cochinillos

He tenido que saltarme puntos interesantes: La derrotada Belchite, el Mar de Aragón, por lo que me contó Chris sobre don Quijote y la bonita bajada a Tortosa. Aunque estos dos los vi desde el autobús.
En Zaragoza, a recargar la pila de la amistad, siempre tan bien recibido. Al llegar, ya de noche, me puse a dibujar El Pilar. Reconozco que me pone nervioso. Es lo bueno de trabajar libre. Puedes salirte de madre y no pasa nada. Quizá por eso, Helena me presentó al río Huerva, protagonista de jotas cañeras. Luego volví al Ebro, algo más sereno.
La desembocadura es un final feliz. En Deltebre la gente es tiene un ritmo propio. Gúmer (o bien Sindo) te hace el recorrido hasta el mar. Fui su único pasajero. Un hombre de mucha naturalidad. Y te trata como a un vecino.

Resumen del Delta. Sosiego. Misión cumplida.